Carta a J. A. [Fragmentos]

Madrid, 17 de Junio de 1992

Querida J. A.:

Como lo prometido es deuda, voy a centrar mi atención: Esta carta va a hablarte de mi pintura, tal como me has pedido en varias ocasiones. Espero tendrás paciencia para escucharme.

Ya te he comentado alguna vez, que estoy trabajando en mi obra, profesionalmente, (dedicándome únicamente a eso), desde hace unos diez años. Antes, en mi periodo de formación, hice temporalmente trabajos de diseño, artesanía y otros. Yo estudié Historia del Arte, pero no llegué a terminar mis estudios. Abandoné la teoría por la práctica. No he asistido nunca a una escuela de Bellas Artes, y todo lo que sé lo aprendí por mi mismo, estudiando en libros y las obras de los buenos artistas.

Desde muy pequeño tuve mucha inclinación por el dibujo y empecé a pintar al óleo a los catorce años con una caja de pinturas que me regalaron mis padres. Siempre les estaré agradecido por descubrirme mi vocación. También debo ser agradecido con mi tía, que me estimuló y apoyó siempre para que yo fuera artista. Les debo mucho. Como tú dices, hay personas en nuestra vida que son decisivas. Unas nos descubren quién somos, otras nos enseñan el camino...Me siento afortunado por el apoyo de mi familia en esa primera y difícil época.

No empecé a tener una obra con un estilo definido y personal hasta la década de los ochenta. En 1980 pinté dos cuadros que considero mis primeros cuadros. Por primera vez sentí que había encontrado una ventana a otro mundo.Un universo desconocido, pero que, paradójicamente, estaba dentro de mí mismo. Me lancé a descubrirlo con el espíritu de un pionero.

Puedo decir que tuve bastante suerte desde el principio. Presenté un conjunto de mis primeras cuatro obras a un concurso en mi ciudad, y gané un modesto premio. Poco después, un buen coleccionista adquirió a través de una galería, donde habían expuesto una de las obras, un lote de ¡cinco pinturas! Prácticamente todas las que había pintado hasta ese momento.

Fue un periodo feliz de mi vida... también por otros motivos. Acababa de casarme y me había apasionado por la Naturaleza, practicando Espeleología. Pertenecía a un club, la Sociedad Excursionista de Málaga [...]. Todos los fines de semana y vacaciones salíamos a explorar cuevas o a escalar montañas... Todo ese mundo empezó a aparecer en mis cuadros. Desde el comienzo, mi obra quedó fijada a una iconografía naturalista, sin representación humana. No figuraban seres humanos en mis cuadros, aunque sí seres humanizados.

A esta primera etapa de mi obra la llamo informalmente etapa tenebrista o espeleológica. Hay fondos oscuros, búhos incorpóreos formados como de gasa u hojas, pájaros vegetales anclados con raíces en las rocas, serpientes y monstruos (como el del lago Ness) anillados como medias, extraños árboles simbólicos, aves zancudas saltando sobre volcanes... Los escenarios son misteriosos, íntimos y secretos, con la serena quietud de los espacios que tanto gocé.

Me es difícil hablar de una interpretación de estos temas en clave simbólica. Yo mismo no soy totalmente consciente de porqué y cómo surgieron. Los críticos hablaron de surrealismo, realismo fantástico, realismo mágico..., realismo poético... para decir a continuación que no era eso exactamente...

Desde el principio hubo - y sigue habiendo - una serie de temas y símbolos que se repiten regularmente. Estos son primarios y arquetípicos:

AGUA

Casi siempre como símbolo de orígen, de nacimiento, de pureza, en imágenes de manantiales. También en lagos, ríos y mar, como soporte para el desarrollo de las actividades vitales. En este caso, los personajes están aislados, rodeados de agua.

TIERRA

Símbolo de lo maternal, lugar donde hunden sus raíces los árboles buscando su alimento. En mis cuadros aparece frecuentemente la tierra erizada de rocas, sobre las que se adhieren las raíces. Es lo estable, lo que permanece, lo eterno, lo perdurable...

ÁRBOL

Símbolo poderoso de la vida. Está conectado con la tierra mediante sus raíces, pero es capaz de crecer, de extenderse, de purificar el aire, de dar flores y frutos... Lo he representado muy frecuentemente en mi obra... y lo sigo haciendo.

FLOR

Lo mismo que el árbol.

FRUTO

La vida realizada, la vida en su plenitud. Cuando aparece seco y vacío es símbolo de muerte. He representado casi siempre el fruto del granado: es un fruto coronado, con granos como rubíes. Tiene una simbología muy antigua, aunque mi razón es sencilla: ¡los he observado tantas veces en la finca de mis padres! Hay muchos.

AIRE

Aquí expreso el aspecto más espiritual. Es lo inmaterial, lo invisible. También el sentimiento de lo inefable. Las nubes son las formas de lo invisible, la evolución y la transformación espiritual. Es curioso que todo este simbolismo ha aparecido únicamente en mi etapa actual (desde hace cuatro años), que tú conoces. Por ejemplo, Elefante marino, Osamentas, Tormenta, Paisaje estigio con fauno o Valle de los olmos (sobre todo éste).

FUEGO

Aparece en sentido positivo, como energía cósmica o geotérmica en forma de soles y volcanes, en mi primera época. Como amenaza que destruye la vida sólo en esta segunda etapa. Apareció en mi pintura de una manera extraña que quiero contarte con más detalle.

Cierto día, en el año 1987, un día de verano... estaba trabajando en la casa de campo de mis padres donde pasaba una temporada. Desde allí se puede divisar una amplia panorámica de la montaña, cubierta de bosques de pinos. Me encontraba en aquella época en un momento de transición en mi pintura, no sabía muy bien que rumbo tomaría... Tenía un pequeño cuadro en el caballete e hice unas manchas abstractas. Inmediatamente se apoderó de mi imaginación la idea de un incendio forestal. Comencé a trabajar y cuando tomó forma, observé que había representado a las mismas montañas con un pavoroso incendio y un niño en primer término que huía con una gran concha de caracol vacía y rota sobre su espalda (esto es más curioso todavía, porque hasta entonces no había pintado figuras humanas [...]). Terminé el cuadro, lo expuse en Barcelona y lo vendí.

Al verano siguiente, estaba de nuevo pasando una temporada en la casa de campo... Había transcurrido exactamente un año. Una mañana temprano me despierto con gran ruido y estrépito de helicópteros y avionetas. Salgo a la puerta y... ¿que crees que vi?... ¡ La misma imagen que había pintado! Un incendio en la montaña en el mismo lugar en que lo había pintado en el cuadro. Me quedé estupefacto. ¿Una premonición? Me resisto a creerlo. Más bien creo en la casualidad. Lo cierto es que el fuego destructivo apareció en mi obra. Puedes verlo en los fuegos sobre el mar de los Naúfragos o en Fuego presentido. Uno de mis últimos cuadros es un grupo de árboles incendiados dentro de un cerco, con humo y grandes nubes oscuras en el ocaso. Es terrible, pero muy bello.

CONCHAS

Son un símbolo del hogar, la casa, el refugio. Las he utilizado fundamentalmente en la serie de dibujos al pastel al óleo sobre papel titulada La vida amenazada, de temas ecológicos. He usado una iconografía uniforme en toda la serie: la rosa (la vida) y la concha de caracol (el hogar) rota. Aquí tiene un sentido más metafísico... el hogar es todo el planeta, y la vida, toda la vida que conocemos. El mismo sentido tienen las conchas de las osamentas de pájaro y de mamífero. Creo que las conchas tienen también un significado personal en relación con mi vida... aparecieron en el momento de la separación de mi esposa...mi hogar también estaba roto. Ahora puedo contestar a tu pregunta: ¿Qué significan las conchas en el elefante marino?... Significan: el hogar perdido (son conchas marinas), y la pista para encontrarlo, es como un rastro a seguir...

ANIMALES LIGNIFICADOS

Los animales convertidos en madera como el elefante marino, simbolizan los seres vivos que están en un medio inadecuado para su vida y desarrollo (los elefantes marinos viven en el mar y no en el bosque) y que , por ello, se atrofian, se endurecen, se lignifican... en un sentido tanto físico, como espiritual... se pierden. En el cuadro hay una lucha (es un grito simbolizado por la gran nube vertical) por avanzar, por dirigirse hacia el mar, los peces, la compañía de otros elefantes marinos... es una lucha contra la adversidad, contra la impotencia...

21 de Junio de 1992

Estos son algunos de los principales temas y símbolos de mis obras. No es un catálogo exhaustivo, pero puede darte una idea del sentido de mi trabajo. También es una interpretación (pero no la única interpretación). Es curioso cómo algunas personas son capaces de descubrirme aspectos nuevos del significado de mis cuadros. [... ]. Por ejemplo, de Primavera Silenciosa, [...] la idea de una guerra silenciosa y matricida como es en realidad la relación del Hombre con la Naturaleza. [...]. Me dijiste que debía enviar una foto a Rachel Carson... también había pensado en eso, pero no he tenido éxito en encontrar su dirección...[...].

Me preguntas por mi forma de trabajar. Trabajo todos los días en mis cuadros:  "Cuando esa Señora (la Inspiración) venga a visitarme,  - decía Picasso - espero que me sorprenda trabajando". A veces hago paréntesis más o menos largos para trabajar en otras técnicas, como dibujos (realizo de vez en cuando una serie, con un carácter de más investigación), o grabado (por ejemplo, mi encargo del Congreso de Geología, en los dos últimos meses), pero siempre quiero volver a la pintura.

No trabajo, la mayoría de las veces, con una idea prefijada, sino dejo que la propia obra me sugiera... es como cazar a lazo las imágenes del subconsciente... Por ejemplo, mi cuadro Paisaje estigio con fauno que tú conoces, nació de la destrucción de otro cuadro completamente distinto que no me gustaba... (como el Ave Fénix, nació de sus propias cenizas). En el proceso de disolución surgió la intuición del nuevo cuadro... el fauno estaba allí, sólo tuve que retocarlo para hacerlo visible. Como bien entendiste, podría ser mi autorretrato espiritual de ese momento... Desde las profundidades del Hades se asoma a la luz poderosa que ilumina la entrada de la caverna sobre la laguna Estigia... ¿Conoces el mito clásico? Así era cómo los antiguos griegos y romanos concebían el tránsito o viaje desde la dimensión física a la espiritual en el ser humano.